sábado, 23 de noviembre de 2013

Ensayo Eugenio Maria de Hostos

Eugenio María de Hostos

Es conocido como el padre de la pedagogía y es uno de los próceres más importantes de la historia puertorriqueña.  Su filosofía educativa se adelantó a sus tiempos y lo convirtió en uno de los personajes más celebrados de América, por lo que también fue honrado con el título de 'Ciudadano de América'.  Sin embargo, sus ideales le causaron persecución política e incluso fue desterrado de su país natal.

Don Eugenio María de Hostos nació en el barrio Río Cañas de Mayagüez el 11 de enero 1839.  Sus padres fueron don Eugenio de Hostos y Rodríguez y doña Hilaria de Bonilla y Cintrón.  Cursó sus primeros estudios en San Juan, para después proseguir con sus estudios secundarios en la península española.  Ya en España, obtuvo su bachillerato en la Universidad de Bilbao e inició estudios de Derecho en la Universidad de Madrid, los cuales no terminó.

Fue gran luchador por la abolición de esclavitud y por la autonomía para Cuba y Puerto Rico.  Incluso, en Nueva York se convirtió en un líder separatista junto a un grupo de cubanos, y llegó a dirigir el circular "La Revolución".

Aportes de Eugenio María de Hostos a la educación

El maestro pedagogo que erradicó el analfabetismo en la República, educó a campesinos y obreros en el reclamo de sus derechos ciudadanos, llenó el país de escuelas normales diurnas y nocturnas para profesores, formó individuos con criterio nacionalista y fomentó la integración de las Antillas,

            En el 1871 trabajó como profesor en la Universidad Central de Chile, ya que fue designado como delegado en Suramérica.  Luchó allí a favor de la educación científica de la mujer, pues proclamaba que la razón no tenía sexo, un argumento que sostuvo en su ensayo "La educación científica de la mujer".

            Durante la Guerra Hispanoamericana fue designado como delegado por el Partido Revolucionario Cubano.  Intentó promulgar, desde su municipio de prominencia de Mayagüez, la opinión pública anti-anexionista hacia los Estados Unidos. 

            Regresó a su segunda patria, la República Dominicana, luego de ser impuesta la Ley Foraker en la ínsula puertorriqueña.  Allí fue nombrado Director General de Enseñanza como también de la Escuela Normal de Santo Domingo, donde murió el 11 de agosto de 1903.  Fue enterrado en el Panteón de los Héroes Nacionales en la misma ciudad.

            Hostos nos dice que la educación "Es una función natural de la vida colectiva e intelectual, que resulta de la necesidad de desarrollo que tiene la razón y la conciencia del hombre

            Esta filosofía nos da a entender que la educación es el factor principal de la evolución del ser.  Según Hostos, la educación es una de las funciones sociales más importantes y que la falta de la misma produciría un estancamiento social, ya que por medio de esta es que el hombre y la cultura evolucionan al adquirir niveles cada vez más altos de racionalidad.  Por esta razón, el educador mayagüezano instruye que la educación no debe ser obstaculizada por fuerzas externas que puedan confligir con el desarrollo del razonamiento.  Unas de las fuerzas que, según Hostos, interfirieron con la educación racional en América fueron las autoridades eclesiásticas, o, más específicamente, la Iglesia Católica.  Debe notarse que el pensamiento de Hostos en torno a esta problemática surge por la época en la que el mismo se desenvolvió, ya que se sabe que, durante la época colonial de la Latinoamérica del siglo 19, la iglesia y el estado trabajaban directamente como aliados ideológicos para controlar sus colonias.  Por esta razón, conviene decir, es que Hostos estipula bajo su filosofía la separación total y absoluta de Iglesia y Estado.

            Se puede deducir ya que, según Hostos, la educación debe cumplir una función en el proceso de lograr en el ser un nivel superior de razonamiento.  Para este filósofo, la educación, por consiguiente, debía tener una función también revolucionaria pues el sistema escolar se encargaba de orientar a la sociedad en torno a sus fines colectivos, de modo que el estado debía financiar las escuelas.  Además, se debía excluir fuera de la organización educativa otra de las fuerzas que confligían con el desarrollo puro del razonamiento, la política partidista.  De acuerdo con Hostos, la práctica sistemática de que en muchos países sus respectivos gobernantes eligen los dirigentes de establecimientos educativos no sólo hace imposible el liderato y la autonomía educativos, sino que también limita el impacto de la escuela como precursor de cambio social.

            Desde joven, Hostos se dedicó a la formación de sí mismo como "hombre completo", o sea, deseaba desarrollar su razonamiento a su mayor potencia.  Ahora bien, para poder desarrollar ese hombre completo, no es posible acudir a sistemas escolares o modelos escolásticos existentes.  Por lo tanto, realizó una teoría curricular y unos métodos de enseñanza innovadores.  Al Hostos ser un hombre de ciencia, era evidente que creyera en seguir un orden natural evolutivo en su filosofía pedagógica.  Por consiguiente, éste creía que la organización curricular educativa debía seguir la evolución y el desarrollo mentales que tiene el hombre desde su infancia.  Esta visión sistemática le facilitó organizar la educación dentro de un modelo conceptual que permite que el ser se desenvuelva en su entorno, por etapas, de acuerdo su desarrollo natural mental. 

Dicha organización curricular se desglosa de la siguiente forma: intuición, inducción, deducción y sistematización.  Según Hostos, un niño, durante su infancia, responde a su intuición, por lo que es curioso; un adolescente funciona principalmente por inducción; en el joven, la deducción, y por tal razón es una edad de vanas seguridades y jactancias; y ya en su madurez las funciones racionales se subordinan a la sistematización, por lo que durante esta etapa es que comienzan las inquietudes filosóficas y existenciales.  Bajo éste método, el maestro debe escoger los materiales y ejercicios para enseñar que sean pertinentes a la etapa en la cual se este desarrollando la persona.

  Don Eugenio María de Hostos fue un pensador que se adelantó a sus tiempos y creó una filosofía educativa innovadora.    Según él, "nuestro pasado no es nuestro pasado, es el cadáver de la sociedad absurda que sus creadores dejaron al marcharse y nosotros no enterraremos al insepultado hasta que nos organicemos para vivir racionalmente según las leyes naturales de la vida."  Es decir, la sociedad como organismo cae ante la misma ley de física que postula que nada es creado o destruido, sino transformado.  Es necesario transformarnos colectivamente hacia el fundamento de la razón.  La filosofía hostosiana no sólo responde a la educación institucional, sino a la formación del ser, la cual nos es tan indispensable como cualquier otra necesidad fisiológica.

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